Había una vez un indígena que tenía un cultivo de arroz, tío conejo se lo estaba comiendo, pero su dueño no encontraba la forma como cogerlo, porque nunca lo podía encontrar.

 

Un día pensó que había un muñeco de sera y dejándolo en la entrada del cultivo podía alejara al conejo ya que éste pensaría que era el dueño y así lo hizo; pero como el conejo siempre ha sido astuto, se fue acercando con cuidado, hasta darse cuenta que no se movía, entonces le preguntó: ¿qué haces aquí? Pero el muñeco no le contestó. Oye! Es con Tigo. Ah!   Que no me quieres contestar? Ahora veras te voy a dar una trompaa y le tira una mano, quedando pegado al muñeco.

 

Entonces conejo dice: hombre suéltame! O te pego otra y le vuelve a tirar, chass! Y se quedo cogido la otra mano. Bueno! No me sueltas y te doy una pata, taa! Y se quedo cogido, le tira el otro pie  y también se pega al muñeco  y asi quedo todo pegado y gritando que lo soltaran; desesperado muerde al muñeco y también queda cogido la boca.

 

Con tanta buya llega el dueño del cultivo y le dice: ah! Asi era que te quería encontrar, veras lo que te va a pasar, ahora te voy a comer en revoltillo y lo metió en una  mochila  de majagua colorá y lo enganchó en la orilla debajo de un árbol. Allí lo dejo mientras iba al trabajo. Estando en esa situación pasa zorra y conejo se da cuenta que la zorra se acerca y se pone a llorar, haciendo creer que no la había visto. Ahora  si!  Yo que nunca he comido gallina me quieren llevar a que me coma una, entonces la zorra se acerca y le dice: ¿Qué es lo que te pasa tío conejo?  Hombre tía zorra que me quieren llevar a comer gallina y a mi eso no me gusta. La zorra le responde: si es asi yo voy por usted  y conejo le dice: metete aquí y yo me salgo; asi fue, conejo sale y zorra se mete en la mochila.

 

Al rato regresa el dueño del cultivo, observa la mochila y dice: ah que de conejo te volviste zorra? Ahora verás  lo que te va a pasar! Pone a calentar un clavo y se lo mete por el culo y la suelta.  Conejo que estaba escondido esperando lo que iba a pasar, le dice: adiós ti zorra, culito quemao!